Jóvenes reciben escasa inversión social en Iberoamérica, según OIJ y Cepal

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24 Noviembre 2014

 

Los países de Iberoamérica invirtieron en gasto público social en 2012 un monto cercano al 21,2 % del PIB regional, pero de ese monto solo el 12,2 % fue destinado a los jóvenes, según un informe la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) y la Cepal. El dato adquiere una mayor relevancia ya que tres de cada 10 personas en Iberoamérica son jóvenes, por lo que existe un desbalance etario en perjuicio de este grupo a la hora de planificar la inversión social pública, indicó el estudio difundido este miércoles por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La mayor parte de ese gasto se destina a educación, seguido a distancia por la salud y la seguridad social. El estudio se planteó una pregunta básica: ¿Cuánto se invierte en juventud en los países de la región? Sin embargo, no hay respuesta sencilla, dado que los presupuestos de los países están formulados por áreas temáticas, como salud, educación y justicia, pero no en torno a sectores poblacionales.

 Pese a esa limitación, la OIJ y la Cepal buscaron fórmulas para acercarse a una evaluación real y concreta, que permita discutir con información objetiva cuánto y de qué modo se invierte en juventud. El informe concluye que existe un déficit cercano al 50 % en la participación del gasto público en juventud en relación con otros grupos etarios, considerando su peso demográfico y una noción de gasto distribuido equitativamente. Además, el documento hace un detallado repaso de los principales programas sectoriales que impactan directa o indirectamente sobre las personas jóvenes, así como de iniciativas transversales. Y dedica un capítulo a tratar las políticas de empleo juvenil más importantes de los últimos años, a partir del aporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El informe explica que para favorecer a los jóvenes en la asignación de recursos es necesario que, además de direccionar el gasto público a este sector exclusivamente, se potencien los efectos positivos derivados de políticas más amplias, como la inversión en educación en distintos niveles. 

A ello se deben sumar los seguros de desempleo o la capacitación para la ocupación, en los cuales los jóvenes resultan igualmente beneficiados. También advierte que la incorporación de los jóvenes al mundo laboral les permite ser parte de la sociedad de manera autónoma, facilitándoles el desarrollo interpersonal y el reconocimiento recíproco en colectivos que tengan características similares. Según la investigación, los países que se destacan en la elaboración de programas enfocados a fortalecer las capacidades y competencias de emprendimiento en las personas jóvenes son Argentina, Chile, Honduras, España y Portugal. Dentro de sus esfuerzos se resalta la formación profesional para el empleo, teniendo en cuenta el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, el desarrollo de conocimientos transversales en matemáticas, secretariado, cálculo y la capacitación de jóvenes en áreas urbanas marginales.

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