Innovación social: el motor del futuro

Artículo
27 Mayo 2013

La innovación social está solucionando las grandes problemáticas del mundo y nos propone analizarlo de una manera diferente.

Nunca antes la tarea de encontrar una nueva manera de pensar había sido tan urgente en el mundo como lo es ahora. Desde la inestabilidad financiera que se ha vivido en los últimos años hasta la turbulencia política en naciones tan disímiles como Venezuela y Siria –por poner algunos ejemplos–, así como la crisis de recursos naturales que se avecina, los riesgos del cambio climático, las pandemias globales y la pobreza extrema; son pruebas de que las fórmulas tradicionales de abordar los problemas ya no bastan. El modelo actual, se podría decir, ha fracasado. 

Por ende, ha llegado el momento de buscar alternativas que permitan llevar a cabo una profunda transformación económica, social y cultural. Un cambio de paradigma. Las antiguas tesis sobre la asistencia paternalista del Estado para abordar esta problemática hoy resultan inadecuadas y, francamente, insuficientes. Lo que el mundo pide a gritos, en cambio, son soluciones creativas e innovadoras que promuevan fuentes de ingreso, que garanticen un crecimiento sostenible de las naciones y que contribuyan a su competitividad en un mundo globalizado.

No son pocos los Gobiernos del mundo que hoy le están apostando a esto. En Estados Unidos, en 2009, el presidente Barack Obama estableció el Fondo de Innovación Social (SIF) como parte de un acuerdo bipartidista que reconocía a los emprendedores y al sector social como actores claves para el desarrollo económico del país y, de hecho, en los últimos años este Fondo ha invertido sumas importantes en estos proyectos.

 

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