Hagamos la revolución, pero innovando (El País)

Artículo
09 Mayo 2013

Campañas que logran recaudar hasta un millón de euros en apenas 48 horas para ayudar a Haití; iniciativas para frenar el desalojo de un poblado indígena en Brasil; redes locales capaces de recabar y repartir toneladas de alimentos; plataformas que promueven la economía del trueque en barrios de grandes capitales como Madrid o Barcelona... En los últimos años hemos asistido a una auténtica explosión de nuevas formas de activismo social a menudo movidas a través de Internet. Muchas han puesto en marcha sólidas estructuras organizativas y algunas han conseguido ser viables económicamente.

En la orilla del sector público, algunas Administraciones han decidido incorporar como herramienta de trabajo métodos similares a los de estas organizaciones de la sociedad civil. El resultado es un ecosistema que cambia de manera vertiginosa y en el que cada día es más borrosa la línea que tradicionalmente dividía lo público y lo privado.

“La frontera entre iniciativas públicas, privadas y de la sociedad civil se está empezando a desdibujar y está generando un nuevo modelo de gestión más profesionalizada y enfocada a los resultados”, explica David Murillo, profesor de la escuela de negocios Esade y coautor, junto a la investigadora especializada en temas medioambientales Heloise Buckland, del estudio Innovación social. Caminos para el cambio sistemático sobre los modelos y el impacto de estas iniciativas.

 

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