Entrevista al Doctor Gianfranco Pasquino para compartir reflexiones sobre la Democracia en la región

Artículo
19 Agosto 2015

 

El profesor Pasquino es graduado en Ciencias Políticas en la Universidad de Turín donde fue alumno de Norberto Bobbio y especialista en Política Comparada con Giovanni Sartori en la Universidad de Florencia. Desde el 1975 hasta el 2012 ha sido profesor ordinario de Ciencias Políticas en la Universidad de Boloña. Actualmente enseña en el Bologna Center de la Universidad John Hopkins.

Andrea Fernández: ¿Cómo están los partido políticos representando los intereses de los ciudadanos?

Gianfranco Pasquino: La paradoja es que los partidos políticos son absolutamente necesarios. Cuando no existen los partidos políticos los que tienen poder económico, cultural, religioso o social tienen más poder político también. Entonces los partidos políticos son necesarios para que los que no tiene bastante poder de tipo económico puedan adquirir poder político. Pero es difícil construir partidos políticos fuertes en América Latina, pocas democracias tienen partidos políticos estables, fuertes, por ejemplo Chile de una cierta manera, Brasil también, Argentina tiene algo que no es un partido político sino un gran movimiento político con diferentes opiniones, el peronismo. Pueden ser que en Venezuela los partidos políticos reaparezcan, espero otros y nuevos partidos políticos. Colombia tiene partidos políticos que me parece funcionan bastante bien. Entonces si queremos fortalecer las democracias debemos fortalecer los partidos políticos a través de los electores, los militantes y los líderes.

AF: Tenemos muchos personalismos en la región, un fenómeno muy relevante en América Latina. Cómo ve ese escenario donde los partidos están perdiendo un poco de fuerza. ¿Están representando más las personas los intereses de los ciudadanos? 

GP: Las personas cuentan en política y no es solamente en América Latina que hay personalismos o partidos personalistas. En Europa hay partido personalistas, en Italia existe un partido solamente con una persona que intenta controlarlo totalmente. Lo que se debe hacer es construir una situación en la cual hay competencia de personas dentro de un partido. Yo se que es difícil pero no se puede hacer política sin personas, sin personas responsables y sin construir partidos bastante fuertes desde el punto de la organización y la presencia territorial de los partidos. Es un desafío pero la política es un desafío.

AF: Cómo ve usted el tema de la reelección, que se ha vuelto un gran fenómeno en la región

GP: Mi posición es que la reelección de los presidentes, una vez es una buena cosa. Es decir, en el primer mandato los presidentes intentan actuar su programa, y después si quieren ser reelegidos para ser responsables los electores evalúan lo que los presidentes han hecho, no han hecho o hecho mal y después votan. Y si es posible ser reelegido todos los presidentes serán más responsables. En el segundo mandato los presidentes intentan entrar en la historia del país, entonces producir cambios importantes, positivos y dejar una verdad importante a sus sucesores. Si no hay reelección el presidente llega a ser irresponsable casi inmediatamente, eso no es una buena idea. Comprendo el medio que el presidente o la presidenta concentre en sus manos mucho poder, pero si quieren ser reelegidos serán muy cautos en la utilización del poder. Si no pueden ser reelegidos producen problemas más que soluciones.

AF: En alguno de sus libros usted menciona que “cada país tiene la oposición que merece”  ¿Cómo es el tema de la oposición y cuál es el valor que tiene para la democracia?

GP: La oposición es esencial para la democracia porque propone algo de alternativo puede criticar el gobierno, puede explicar por qué el gobierno no hace lo que debería hacer, puede sugerir diferentes soluciones y la oposición debe intentar representar la sociedad, los varios grupos de la sociedad de manera tal que pueda ganar las elecciones. Entonces una buena oposición es un estímulo para el gobierno y produce una democracia de mejor calidad. El problema de la mayoría de los países latinoamericanos es que la oposición produce declaraciones que no ayudan a mejorar los gobiernos, entonces no es habitualmente una buena oposición y si no hay una buena oposición no hay buen gobierno, se puede decir así. Sé que el trabajo de la oposición es difícil, porque los gobiernos intentan impedir a las oposiciones hacer sus tareas, no les gustan las críticas, no aceptan las sugerencias. Es una dialéctica muy complicada pero absolutamente necesaria.

AF: En América Latina se ha discutido mucho el tema de reformas políticas, reformas electorales. Hablemos un poco de las listas cerradas y bloqueadas. ¿Qué recomendaciones haría usted?

GP: Si los electores pueden votar solamente a un partido a una lista sin escoger dentro de la lista los candidatos, no me parece un buen sistema. Creo que los electores deberían tener más poder entonces dos votos, si puedo decir así, un voto a la lista y un voto a uno, dos candidatos. Yo diría dos candidatos porque soy políticamente correcto. Entonces los electores pueden dar un voto a un candidato solamente si quieren, pero si utilizan los dos votos deberían ser un hombre y una mujer; paridad de género es mejor. Creo que sea una buena solución porque la política es hecha por hombres y mujeres y debe ser evaluada lo que los hombres y mujeres hacen. Lo que en Europa se llamaría voto de preferencia es una solución y puede funcionar.

AF: ¿Cómo fortalecer las estructuras partidistas en América Latina?

GP: No se cómo se hace porque las situaciones son muy diferentes, entonces hay soluciones diferentes. En algunos casos no es posible fortalecer nada como en Argentina porque hay un movimiento político que domina prácticamente todas las elecciones nacionales y la mayoría de las elecciones en las provincias. En otros casos debería ser un problema de los líderes, los líderes deberían intentar fortalecer las organizaciones de los partidos pero eso depende del Colombia, de Brasil por ejemplo, un partido debería establecer relaciones estrechas con algunos grupos organizados que pueden ser las asociaciones de cualquier tipo. En general si los partidos se fortalecen las democracias se fortalecen, eso debería ser una declaración general que funcione en todos los países. Porque no imitan el caso de Chile, donde los partidos son partidos fuertes, la misma derecha ha logrado construir un partido bastante fuerte.

AF: ¿Cómo está cambiando la relación entre los partidos y los gobernantes el uso de internet, redes sociales, ¿qué deben hacer los partidos políticos?

GP: La tecnología es muy importante porque sirve a la comunicación política pero debe existir un mensaje. Usted puede utilizar todas las tecnologías nuevas de manera muy innovadora pero si no tiene un mensaje político fuerte no sirve de nada. Pienso que los partidos políticos deberían saber utilizar la tecnología y debería saber que hay diferentes tipos de electores que reciben mensajes de diferente origen entonces los mensajes deberían ser calibrados según los electores. En este momento todo esto no ha cambiado la política en Europa por ejemplo, pero sirve a movilizar grupos de electores. Por ejemplo Podemos en España es producto de la nueva tecnología. El Movimiento cinco Estrellas en Italia es producto de la nueva tecnología. Los que se llaman piratas en Alemania y Suecia son producto de la tecnología. Pero si el mensaje políticos no es verdaderamente nuevo, no es aceptable, no produce confianza entre los líderes en los electores todo esto no sirve de nada.

 

 

Andrea Fernández

Red Innovación