América Latina y el Caribe pedalean hacia el futuro

Artículo
02 Marzo 2015

 

Hacia finales del Siglo XIX, los coches jalados por caballos se volvieron un problema en muchas ciudades. El estiércol y orines de caballo llenaban las calles y dificultaban el tránsito. Había congestión, accidentes, contaminación y un gran problema en la salud pública, ¿te suena? Hoy, las ciudades de América Latina y el Caribe (ALC) están en una situación similar con el automóvil, y con mayores dimensiones. La mala calidad del aire causa más de un millón de muertes prematuras por año globalmente, y la región registra al año 50.000 muertes en accidentes viales en zonas urbanas a usuarios vulnerables: peatones, ciclistas y motociclistas.

 Usar la bicicleta como medio de transporte puede ayudar a mejorar la vida de las personas y convertirse en una solución a muchos de los problemas de movilidad y de salud contemporáneos. “Ciclo-inclusión en ALC: Guía para impulsar el uso de la bicicleta“, una investigación publicada por el BID durante el “4to Foro Mundial de la Bicicleta, Ciudades para todos” demuestra el enorme potencial de la bicicleta como medio de transporte cotidiano para mejorar la movilidad de las ciudades. Aunque para lograrlo, es necesario: 

proveer infraestructura segura y facilidades para los ciclistas;

los ciudadanos necesitan ser partícipes de cualquier iniciativa ciclista para asegurar su éxito;

 la regulación en el uso de la bicicleta tiene que ser clara para todos los usuarios;

 fomentar los sistemas de bicicletas públicas, claves para promover el uso.

 Esta investigación recoge 27 indicadores del uso de la bicicleta en 38 ciudades de ALC y nos da un pantallazo sobre su su uso, pautando los pasos necesarios para tener ciudades más ciclo-inclusivas. Destacan los más de 2.500 km de infraestructura ciclista, con Bogotá, Rio de Janeiro y Sao Paulo como pioneros. Montevideo, Córdoba y Ciudad de México tienen el porcentaje más alto de viajes hechos en bicicleta por mujeres. Las conclusiones invitan a los tomadores de decisiones y al público en general a: 

Conocer las buenas prácticas en la implementación de políticas ciclo-inclusivas; tomar nota de la importancia de recolectar más y mejores datos sobre indicadores que generan, fortalecen y mantienen el uso de la bicicleta así como información sobre los impactos positivos generados por un mayor uso; y ser partícipes en la formulación de políticas de transporte que incluyan a la bicicleta