3 IDEAS SOBRE INNOVACIÓN ABIERTA EN EL SECTOR PÚBLICO

Artículo
05 Noviembre 2014

 

Cada vez más escuchamos hablar de la necesidad de innovar y de apoyarnos en la innovación abierta. Pero ¿qué es y cómo puede aplicarse en la práctica? Este concepto, que fue acuñado por Henry Chesbrough en 2003 en su libro “Open Innovation – The new imperative for Creating and Profiting from Technology”, parte de la idea de que las buenas ideas pueden surgir de dentro y fuera de una compañía. Esta idea que parece tan simple tiene unas consecuencias muy importantes para muchos sectores; también para el público. Poco a poco, la idea ha permeado a distintos sectores y ya vemos a muchas organizaciones sociales y gobiernos enarbolando la bandera de la innovación abierta. En el sector privado, la innovación abierta se entiende como una forma de mejorar la competitividad de la empresa que permite aprovechar los recursos externos para apalancar los propios, y renovar el flujo de generación de ideas en el interior de la empresa. Este principio, sin embargo, varía dependiendo del sector, y en algunos casos puede representar riesgos sustanciales para algunas industrias, como afirma un informe de McKinsey. La enorme admiración hacia este fenómeno se está haciendo ahora eco en el sector público. Para los gobiernos de América Latina y el Caribe, la innovación abierta podría ayudar a fortalecer los ecosistemas de emprendimiento y desarrollar nuevos productos para problemas básicos como la salud o la educación. El debate está en marcha y por eso en este artículo me gustaría repasar algunas ideas básicas que ayudan a pensar cómo aplicarla al desarrollo de América Latina y el Caribe.

 1 El sector público es un agente de cambio Es posible que al pensar en innovación pensemos automáticamente en empresas como Google o Pixar, pero los gobiernos también pueden (y deben) innovar. Si ya está claro que las empresas por sí solas no pueden innovar, parecería lógico pensar que los gobiernos también necesitan crear nuevas estrategias de redes y alianzas con proveedores de recursos complementarios. De hecho, ya existen algunos casos de éxito en el sector público. La oficina de innovación de la alcaldía de San Francisco se presenta como un catalizador de ideas para mejorar el gobierno de la ciudad. En América Latina, destaca la exitosa apuesta de Colombia por la innovación abierta que ha convertido al país en un polo de atracción para emprendedores. Como Colombia, Chile, Perú, Brasil también apuestan por tratar de replicar el modelo de Silicon Valley.

 2 La innovación abierta puede mejorar la eficiencia de las políticas Henry Chesburgh afirma que la innovación abierta puede reducir costos y acelerar la salida de los nuevos productos al mercado. Esto quiere decir que, gracias a la innovación abierta, las empresas son capaces de entender más rápidamente las necesidades del mercado y generar soluciones efectivas. Ese mismo proceso puede ayudar a la formulación de políticas. El año pasado, la Presidencia de México creó el programa de Agentes de Innovación de México para buscar nuevas soluciones a problemas tradicionales y estructurales como la mortalidad maternal, la salud pública o la seguridad ciudadana. Como el programa Presidential Innovation Fellows de la Casa Blanca, estos programas buscan apoyarse en los líderes de cada sector para generar nuevos proyectos.

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