Rogério Scheidemantel compartió la experiencia innovadora que desde el Laboratorio Hacker de la Cámara de Diputados de su país vienen desarrollando. Lo hizo el miércoles último con funcionarios de la Cámara de Senadores del Paraguay, como parte de las iniciativas por fortalecer la ley de acceso a la información pública, aprobada en nuestro país el año pasado. Los diputados brasileños tienen actualmente la mirada escrutadora de los ciudadanos no solo sobre sus intervenciones en las sesiones, sino sobre sus agendas y proyectos de ley, que pueden ser reescritos, con el aporte online de la gente.
–¿Cómo surgió la iniciativa de convocar desde la Cámara de Diputados a una maratón de hackers (hackathones), y por qué?
–En 2013 tuvimos una serie de manifestaciones en las calles, justo al inicio de la vigencia de la ley de acceso a la información pública. Esas manifestaciones cuestionaban que la agenda de la sociedad es completamente diferente a la del Congreso Nacional. El presidente de la época de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, entendió que una Maratón de Hackers (programadores y creadores de softwares) podría ser una posibilidad de que los ciudadanos participaran del proceso legislativo y de la toma de decisiones. Todo empezó con el ejercicio de comparar la agenda de la sociedad y la de Diputados, y constatar que no coincidían en nada.
A través del hackathón se promovió una aproximación entre la sociedad y el Parlamento. Sirvió no solo para fomentar la obtención de datos públicos por parte de la sociedad, y aumentar la cantidad y cualidad de datos abiertos.