El acoso político, una amenaza contra autoridades mujeres

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05 Junio 2017

Violencia política de género. Testimonio de ex alcaldesa del distrito ayacuchano de Lucanas revela cómo vive la mayoría de lideresas políticas por el solo hecho de ser mujeres.

"Desde el primer día"

“Intervine en las elecciones del año 2011. No fue fácil. Cuando empezamos nuestra campaña muchos desconfiaban, decían: 'pero qué va a hacer una mujer, no es lo mismo que un hombre, además no es del pueblo, es india. Qué va a poder organizar la celebración de nuestro centenario'. Lo escuché muchas veces”, recuerda.

Pero las comunidades campesinas la apoyaron y llegó a ser la primera alcaldesa del distrito de Lucanas en cien años de creación.

“Sin embargo, en el momento en que dieron los resultados, como a las 8 de la noche, en ese mismo instante anunciaron su revocatoria, sin haber visto ni un día de mi gestión”, cuenta la actual presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap) y presidenta de la Federación de Mujeres Indígenas de Ayacucho.

Cuando cumplió un año en la alcaldía, los mistis de Lucanas adquirieron el kit de la revocatoria con el argumento de incapacidad. Recolectaron firmas con engaños. Decían que era para exigir el Vaso de Leche, el Comedor Popular o el Programa Juntos. Muchos que fueron sorprendidos presentaron denuncias por la utilización de sus firmas para otros fines, pero no pasó nada.

Melania rememora esos terribles días:

“No fue fácil trabajar así, tenía que pensar en la revocatoria y al mismo tiempo debía seguir gestionando obras para mi distrito. Cuando se dio la revocatoria gané, volví a ganar, tuve el respaldo de cerca del 80 por ciento de los votantes. Pero igual no me dejaban trabajar, continuamente era acosada. A la alcaldía venían varones, los mistis y empezaban a gritarme, a mandonearme, a decirme que el trabajo no debía ser así, que no servía. En la calle, desde sus carros, también me insultaban”, testimonia.

Agrega que en ese tiempo, de los 111 alcaldes de Ayacucho solo tres eran mujeres y pertenecían a los distritos de Aucará, Chipao y Lucanas, en la provincia de Lucanas. Para las tres autoridades ediles solicitaron revocatoria.

“Las autoridades mujeres sufrimos este tipo de acoso y no tenemos ningún soporte legal. Siempre están atentos en lo que uno hace, incluso se fijan en la vida personal y social, cosa que no hacen con los hombres. La vida de la mujer es más fiscalizada que la de los varones. Hay alcaldes muy cuestionados, que cometieron malversación, pero no son revocados y hasta son reelegidos”, cuestiona.

Quien llegó al sillón municipal del distrito de Lucanascon un movimiento independiente relata que después de su periodo, en el 2015 ninguna mujer fue elegida alcaldesa en Ayacucho. Ella misma tuvo miedo de volver a ser autoridad.

Cuenta además que en Lucanas, donde una de sus comunidades es propietaria de la Reserva Nacional Pampa Galeras, hay dos clases sociales marcadas.

"Son los indios y los mistis, que son los blancos que andan con su sombrero de macora mientras que nosotros usamos nuestro sombrero de paño como el que llevo. Recuerdo que hasta los años 80 ellos siempre fueron autoridad. Cuando llegó el terrorismo se fueron y los indígenas empezaron a tomar el poder político. Pero después algunos mistis retornaron a Lucanas", reseña Melania Canales.

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