En un año, 275 menos: la mitad de las víctimas de femicidio tiene menos de 30 años y murió en su casa.

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09 Junio 2016

Los femicidios son la consecuencia más extrema de la violencia machista. Por debajo está el maltrato cotidiano, el desprecio, el acoso, el abuso, la inequidad de tareas, de salarios. Llevará años y una comprometida política de Estado remover las raíces de la cultura patriarcal. Por eso el pedido se centra en lo urgente: ni una menos significa “no maten más a las mujeres”. Aún así, desde aquella masiva marcha del 3 de junio del año pasado hubo 275 femicidios, 275 mujeres menos.

Ayer, desde el Observatorio de Femicidios en Argentina de La Asociación Civil La Casa del Encuentro se dio a conocer una nueva estadística hecha especialmente para contar cuántas mujeres menos hubo a pesar de los reclamos. Son 275. La mayoría (162) fueron asesinadas por sus parejas o ex. La mayoría también (141), asesinadas en sus propias casas. Muchas habían hecho denuncias luego de haber sufrido episodios de violencia y muchas, incluso, habían conseguido la exclusión de hogar y la prohibición de acercamiento para quienes terminarían siendo sus femicidas.

“Que la consigna de este año sea: #volvemos a gritar #niunamenos significa que lo que se hizo como respuesta a este grito no fue suficiente”, dicen desde el INADI. Qué se reclama hoy: el Plan Nacional para Prevenir, Erradicar y Sancionar la Violencia hacia las Mujeres; creación de refugios, patrocinio jurídico para las víctimas y medidas de prevención y cuidado efectivas, desmantelamiento de las redes de prostitución y de trata, despenalización del aborto, capacitación a las fuerzas de seguridad, igualdad de miembros en la Justicia, educación Sexual Integral en todas las escuelas. La pobreza, además, es una forma de violencia y afecta principalmente a las mujeres.

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